Memoria Pradillo
Durante los primeros 5 años del TEATRO PRADILLO, Carlos Marquerie se hizo cargo de la dirección artística y Juan Muñoz de la dirección administrativa o gerencia. Fueron tiempos de una gran efervescencia creativa y en el TEATRO PRADILLO coincidieron varios jóvenes ARTISTAS que pronto se convertirían en los pilares para el desarrollo de las artes escénicas contemporáneas de vanguardia. Pronto, el TEATRO PRADILLO se convirtió además en un referente para el mundo de la danza contemporánea, ejerciendo un papel protagonista para esta disciplina a lo largo de su historia. En este periodo, el TEATRO PRADILLO fue también punto de encuentro para toda una generación de intelectuales y profesionales de otras ramas de la cultura, que se acercaron al mundo de la escena contribuyendo a su enriquecimiento: literatos, músicos, poetas, periodistas, artistas plásticos y, especialmente, gestores culturales que comenzaban su camino buscando otra manera de hacer las cosas.
En 1996 Carlos Marquerie dejó La Tartana y el TEATRO PRADILLO, quedando éste bajo la dirección general de Juan Muñoz. A lo largo de toda esta etapa, el TEATRO PRADILLO contó siempre con asesores de teatro y de danza para la programación: Vicente León, Laura Kumin, Maral Kekejian, Mateo Feijóo… que desarrollaron programas emblemáticos como La otra mirada del flamenco, A pedir de boca, Gracias por favor o el Ciclo Autor, entre otros. Por su parte, Juan Muñoz mantuvo viva la llama de La Tartana y del teatro de objetos, convirtiendo el espacio en centro imprescindible para este tipo de creación. Aunque con los distintos criterios y postulados estéticos de cada uno de los programadores, el TEATRO PRADILLO mantuvo siempre rigor, exelencia y calidad y fue casa receptora de los artistas más experimentales de la creación contemporánea. En el ámbito coreográfico, Laura Kumin ejerció un papel fundamental en el impulso y apoyo a jóvenes talentos y en la conexión con el exterior, gracias a programas como Aerowaves. En el año 2006, el TEATRO PRADILLO recibió el Premio Max de Nuevas Tendencias Escénicas.
En 2011, Juan Muñoz decidió dar un nuevo giro al TEATRO PRADILLO y propuso a Getsemaní de San Marcos ocupar la dirección y reorientar las líneas de trabajo, actualizándolas, recuperando, de alguna manera, ciertos planteamientos de los años iniciales. Mientras se producían esas conversaciones, la situación económica y el lógico desgaste que la crisis implicó, empujaron a Juan Muñoz a tomar la decisión de dejar al TEATRO PRADILLO, en 2012.
A partir de ese momento, Getsemaní de San Marcos tomó las riendas y formó equipo junto a Fernando Renjifo y Carlos Marquerie, asumiendo el reto de renovar y revitalizar al TEATRO PRADILLO, afrontando los desafíos artísticos, económicos, éticos, de modos de gestión cultural y de relación con el público que la evolución de los lenguajes y del contexto social suponen hoy en día. En 2016, Getsemaní de San Marcos pasó a ocupar una función pública y Mar López, Fernando Gandasegui, Paulina Chamorro y Javier Cruz, fueron los encargados de llevar a buen fin ese periodo, acompañados por una basta comunidad de creadores, gestores, téoricos y técnicos.
A partir de 2017 un nuevo Equipo Pradillo, con amplia trayectoria como gestor de grupos, asociaciones y cooperativas (vinculado al proyecto de El Curro DT), pasó a funcionar como dinamizador de ese enorme colectivo, poniéndose a la tarea de seguir enriqueciendo, desde la diversidad, un espacio vivo, necesario y plural, singular contexto del Estado Español que, trás décadas de trayectoria, sigue siendo reconocido como un centro pionero de creación, investigación y exhibición dedicado a las artes vivas contemporáneas.